Sólo el ego se bloquea

Todo es materia prima # 19

Si el ego es una idea de saber, una sombra de supuesto conocimiento que bloquea nuestras posibilidades creativas, una arrogancia limitante, ¿qué hace el arte con esa arrogancia? ¿Qué hace el arte con el ego?

En esta entrega:
1. Las notas de la semana
2. El único obstáculo (video)
3. Laboratorio de artistas (febrero/marzo)
4. Las recomendaciones del Espectador Inquieto
5. Descargable gratuito y link a entregas anteriores

“Para mí, la cuestión central del arte es la del ego.”
Caveh Zahedi

Hoy se cumplen 50 años del famoso concierto de Köln que dio Keith Jarrett el 24 de enero de 1975. La historia cuenta que el pianista llegó al teatro de Colonia, Alemania, y se encontró con un panorama desalentador. El piano disponible no era el que había pedido, era uno más pequeño, viejo y desafinado. Mientras afinaban el instrumento, él se fue a cenar a un restaurant en donde la comida nunca llegó. Al parecer con la panza vacía, y con un piano mediocre enfrente, quiso cancelar el concierto. Le pidieron que por favor tocara. Como las notas más altas y más bajas sonaban muy mal, tocó principalmente en la zona media del teclado. La grabación del concierto se transoformó en el disco de solo de piano más vendido de la historia.

Me siento a escucharlo con auriculares y me pongo a llorar. Tiemblo de llanto. No sé por qué. La música, la historia, el mundo. Mientras lloro, me pregunto: ¿puede ser que esté llorando así por una música? ¿Me impactaría de este modo si no hubiera leído antes la historia? ¿Estaré aprovechando para llorar otros llantos acumulados?

En cualquier caso, ¿importa por qué es que estoy llorando?

Un detalle que me gusta de la historia es que no haya sido él mismo quien dijera: sí, tocaré igual, como sea, el piano no importa. Según leí, Jarrett quiso cancelar y le tuvieron que insistir para que tocara. Supongo que, de no haber sentido él las resistencias a tocar, el personaje Keith Jarrett podría haber quedado en una posición más heroica, y algún crítico facilista podría haber escrito al día siguiente: “él siempre supo que debía tocar, el destino lo llamaba a crear esa obra histórica, un verdadero artista sabe que las dificultades son la materia prima misma de su arte.”

Por suerte no fue él. Se necesitaron otras voces para que el acontecimiento tuviera lugar, para que las resistencias del ego fueran abrazadas como parte de una coreografía misteriosa que el destino había cuidadosamente articulado.

¿El destino?

¿Cómo es que las cosas llegan a suceder?

No se trata de un problema moral. Si él hubiera cancelado, ¿por qué juzgarlo? Hay veces en que tenemos que abortar misión. No fue éste el caso, y gracias a eso, el concierto no sólo tiene un valor musical sino un valor histórico y, si se quiere, simbólico.

Como venimos diciendo, y como pronto nos recordarán, ojalá, unas remeras, todo es materia prima. (¿Alguien dijo remeras?) Si por un momento Keith lo olvidó, esa inteligencia que estamos llamando destino le puso a alguien enfrente para recordarle: todo es materia prima. Si el piano no hubiera tenido esas teclas rotas, esa música nunca habría existido. ¿No es hermoso pensarlo así?

Por supuesto, de nuevo, a veces también tenemos que retirarnos. Retirarnos también es materia prima. No hay escape, cuando decimos todo, decimos: TODO.

Keith Jarret

Una historia diferente, pero en algo análoga, me sucedió en el estreno de nuestra serie TRAMA, en diciembre de 2021. TRAMA es un proyecto que vivió conmigo más de diez años, y que movió mucha energía y a muchas personas; era natural que la ceremonia de estreno de la serie tuviera para mí un valor simbólico importante. La proyección, con músicos invitados, se hizo en el Café Artigas, en Buenos Aires. Cuando dio la hora, muchas de las personas que habían reservado entrada no habían llegado. ¿Dónde estaba el público? Me puse nervioso, parecía haber muy poca gente. ¿Qué hacemos?, nos preguntamos. Esperemos unos minutos más y empezamos. Teníamos que empezar.

Otra vez no vino nadie, era mi línea de texto. Entonces, por intuición, hice algo sabio. Me fui al fondo de la sala y me senté entre bambalinas, a oscuras, en una silla apilada sobre otra silla. Cerré los ojos, respiré, escuché que la gente entraba a la sala y pensé: si son dos personas, la fiesta es con esas dos personas; voy a poner la atención en las butacas llenas más que en las vacías. Un minuto despúes, me levanté y, al entrar en la sala, descubrí que no había ni una sola butaca vacía. El evento fue precioso y, además, me dejó reflexionando. ¿Había sido un error perceptivo? ¿Tal vez el piano nunca había estado fallado?

Caveh Zahedi

El cineasta Caveh Zahedi escribió hace muchos años un texto llamado Yo es un otro (la frase es de Rimbaud) en el que comienza diciendo:

Para mí, la cuestión central del arte es la del ego.

Su argumento fundamental es que eso que llamamos arte no es algo creado por nuestros egos (nuestras personalidades), sino por una suerte de fuerza o inteligencia más amplia que usa a nuestros egos (a nuestros cuerpos) como canales para la creación.

No es difícil pensar, esuchando los gritos de Jarrett detrás del piano, que el sujeto está, como se decía antes, poseído.

Pero ¿poseído por qué?

¿Espíritus?

¿Dioses?

¿Quién mueve mi lengua cuando hablo?, se preguntaba el Buda.

*

Cuando escuchamos a presidentes discriminando abiertamente a sectores de la población, también podemos hacernos la pregunta: ¿quién mueve sus lenguas cuando hablan? O, más que quién, ¿qué? ¿Qué les mueve (qué nos mueve) a rechazar al diferente?

En el cuento Catedral, de Raymond Carver, un narrador en primera persona juzga y rechaza a otro personaje. Como lectores, descubríamos hace unos días en el taller de escritura, ese narrador juicioso nos genera rechazo. Juzgamos a quién juzga. Rechazamos a quién rechaza. ¿Cómo superar ese loop?

Podemos leer ese cuento en clave política. El destino narrativo del relato fuerza al narrador juicioso a moverse hacia su otro juzgado. ¿Será la intimidad ese movimiento torpe de acercamiento hacia la distancia del otro?

Intimidad como aceptación radical de la diferencia.

El arte es político no porque comunique mensajes morales y políticamente correctos, sino porque nos invita a sensibilizarnos a la diferencia. Por el final de Catedral, no sentimos por el narrador lo mismo que al inicio. Tal vez la transformación más importante del cuento no sea la del personaje, sino la del lector.

(Para más sobre Carver y “Catedral”, ver la entrega anterior del newsletter)

No es para justificar ni perdonar, pero necesitamos, pienso, comprender que lo que mueve a esos presidentes es una poderosa identificación con un relato. La identificación no observada se vuelve dogmatismo, el dogmatismo no observado se vuelve fascismo. El fascismo no es un problema moral, sino perceptivo. No es un problema ideológico, sino sensible. Hay que tener mucho miedo para pensar y decir esas cosas. La pregunta es ¿qué hacemos con ese miedo?

Una respuesta, que no descarta otras, es: arte.

Cuando respondemos al ego con más ego, obtenemos… ¡ego!

Ego + Ego = Ego.

Ego + arte = Misterio.

El gran problema de los políticos es que no se animan a decir: no sé. Esa incapacidad de no saber es lo que nos lleva a la arrogancia, luego al dogmatismo, luego a los fascismos. En el arte, como dice Nora Moseinco, las palabras más importantes son: no sé.

El ego es una idea de saber, una sombra de supuesto conocimiento que bloquea nuestras posibilidades creativas. ¿Qué hace el arte con las arrogancias del ego?

Lo único que nos obstaculiza en nuestros procesos creativos (los artísticos, tanto como los políticos) es el ego. Pero, como venimos diciendo, si el obstáculo es pista de baile, tenemos que asumir que el ego es pista de baile.

El ego también es materia prima. Según Zahedi, es nuestra materia prima principal.

En realidad, no existe esa cosas llamada la oscuridad; lo que vemos es, simplemente, la ausencia de luz. Pero, ¿qué puede ser eso que inunda de sombras todo lo que vemos? Hay una pista… Si examino la oscuridad comprobaré que sigue un trazado familiar. Tiene exactamente la misma forma que… yo. Nosotros hacemos la oscuridad colocándonos delante de la luz.

Declan Donnellan

Otra forma de decirlo: el único obstáculo somos nosotros mismos —nuestro propio desinterés (por no decir, terror) por aquello que no entendemos.

El ego es en sí mismo un intento de quitar valor a la experiencia.
El ego como un mapa de rechazos.

Responsabilidad creativa
implica mirar de frente
a esos relieves experienciales
que parecen bloquear el camino. 

¡Nada bloquea el camino!
¡Nada!

¡Todo es parte del camino!
¡Todo!

¿Gustas investigarte, artista?
¿Gustas reconocer esos intentos de leer relieve como problema?
Qué potencia para nuestra obra reconocer que relieve no es problema!!

Las curvas no son un problema!
Sólo hay que conducir lento!
A la velocidad de nuestra capacidad de prestar atención! 

Eso nos decía la maestra de danza Nita Little:
—Muévanse a la velocidad de su capacidad de prestar atención. 

¿Será que la dificultad (el obstáculo) es un llamado a reducir la velocidad?
¿Será que hacer arte es reconocer cuál es la velocidad de nuestra atención?

Como decía en una de las primeras entregas del newsletter, algo que dificulta mucho nuestro vínculo con la dificultad es el apuro. Queremos resolver y pasar a lo siguiente. Sacarnos de encima el problema.

En este grupo de investigación buscamos no sacarnos de encima los problemas; más que resolver, explorar el obstáculo.

Si te interesa investigarte grupalmente en tus procesos creativos…
Si estás con ganas de dinamizar tu relación con las dificultades…
Si escuchas el llamado a dar más seriedad al juego del arte…
Si sentís bloqueos y no sabés cómo avanzar…

Tal vez éste sea tu espacio:

Todo es materia prima

Laboratorio de artistas

¿Qué pasa cuando nos interesamos por lo que nos pasa?
Con esa pregunta como brújula, te invito a reconocer que el obstáculo es materia prima

6 encuentros grupales para desplegar el potencial creativo a través del diálogo con la dificultad.

A QUIÉN va dirigido:
Artistas (con cualquier nivel de experiencia) que quieran desplegar su potencial creativo a través de la indagación de sus obstáculos, bloqueos y dificultades. (Aclaración: si no te consideras "artista" o la palabra "artista" no te resuena, podemos decir "personas creando o con ganas de crear arte").

Comienza: la semana del 10 de febrero 2025 - 6 encuentros
Horarios posibles: jueves 11.30 am / jueves 3 pm / viernes 11.30 am / sábado 11.30 am
(Al llenar el formulario, elegir las opciones de horarios posibles)
Modalidad: virtual
Duración encuentros: 2 hs

Coordina: Jada Sirkin

Las recomendaciones del Espectador Inquieto

Deeyah Khan

Withg right, meeting the enemy (La derecha blanca, encontrándome con el enemigo, 2017, Deeyah Khan)

Con la premisa de querer entender qué mueve tanto odio, Deeyah Khan se acerca a conversar con líderes supremacistas norteamericanos. Ella, en tanto mujer de piel marrón, origen árabe y declarada feminista, representa, para estos hombres de corte neo-nazi, al mayor enemigo. Gracias a que ella los escucha, algunos de ellos se abren a escucharla.

Para mí esta película es un ejemplo de lo que podemos los seres humanos en términos de empatía y capacidad de escuchar a la otredad. Un ejercicio micro-político fundamental. Una muestra de que tal vez nuestros problemas sociales pueden resolverse más en lo micro que en lo macro.

Para ver el archivo con los links a las películas recomendadas, CLICK AQUÍ

“Qué pasa cuando nos interesamos
por lo que nos pasa?

Stanely Cavell

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Hasta el viernes próximo!
Gracias!!!
Jada 

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