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Todo es materia prima # 27
La seriedad del comediante
Hay algo hermoso en ver a un comediante muy serio.
¿Qué es jugar en serio?
En esta entrega:
1. Notas de la semana
2. Estreno de La Oso
3. Las recomendaciones del Espectador Inquieto (x2)
4. Talleres que comienzan pronto!

Antonio Gasalla
Murió Antonio Gasalla. Hace poco soñé con él y, últimamente, estuve recordando cuando, de niño, fuimos con mi madre y mi hermano al Canal 7 a ver la grabación de El palacio de la risa, el programa de tele que hacía Gasalla en ese entonces.
También lo estuve invocando en los ensayos de La Oso, el unipersonal que estoy codirigiendo, que ¡se estrena el 5 de abril! (Aquí para las entradas)
Lo que más recuerdo de esa experiencia en Canal 7 es la seriedad con que, después de la grabación de una escena, Gasalla miraba el monitor. Nos habíamos reunido a su alrededor y lo acompañábamos a observar la toma recién grabada. Él, Antonio, todo maquillado, todo montado en ese desquicio de personaje estallado, permanecía serio, mirando el monitor, profundamente serio.
(Hay algo hermoso en ver a un comediante muy serio).
Hoy pienso que tal vez ésa fuera mi primera experiencia en un rodaje; y tal vez fuera la primera vez que atestiguaba, de cerca, la seriedad con que un artista puede tomarse su trabajo. ¡Gracias!
Muchísimos años después volví a ese Canal 7, esta vez para una entrevista que me hicieron en un programa de cortometrajes donde pasaron uno de mis trabajos más queridos de la época de estudio en la ENERC, la escuela del Instituto Nacional de Cine donde estudié dirección. Recién hoy hago el link entre esas dos veces en que entré al gran edificio de la Avenida Figueroa Alcorta. Recién hoy relaciono algo del tono expresivo de ese cortometraje con el tono expresivo de Gasalla.
El corto se llama No me hablés en ese tono. El título podría ser el de un cuento de Carver. Me gusta poner títulos que son, o pueden ser, frases de los personajes. Como No te tiene que doler, otro título bastante carveriano.
Dos recuerdos sobre ese trabajo de hace más de 20 años: en una fiesta de fin de rodaje, o una fiesta en la que aprovechamos para celebrar el fin del rodaje, a raíz de algún comentario mío con el que intentaba desmantelar la idea de que yo era el autor de la película, la directora de arte me dijo: Jada, hacete cargo de que sos el director. Deconstruir la noción de autor no implica quitarme de encima la responsabilidad. Recuerdo 2: le mostré el corto a mi padre y no se sintió interesado; pero un tiempo después, cuando lo pasaron en Canal 7, dijo: oh, qué interesante.
Me pregunto en qué medidas necesitamos contextos de validación para permitirnos valorar las cosas —las obras. Supongo que en su momento habré juzgado a mi padre por valorar mi trabajo solo cuando aparecía en televisión; hoy pienso que cada quien hace lo que puede con sus permisos y sus gustos. A veces necesitamos que alguien (o algo) nos ayude a reconocer el valor que tienen las cosas —a reconocer que podemos mirar las cosas con curiosidad.
Ahí un ejercicio interesante de indagación: qué personas y qué contextos funcionan para nosotrxs como referentes y autoridad. En qué circuitos tiene que aparecer una obra para que le demos el like.
También, como siempre, el problema de los recuerdos. Los relatos. Me pregunto en qué medida los recuerdos son manipulaciones de la mente para construir relatos funcionales a ese mapa experiencial que llamamos identidad. Diría que en una medida alta: ¿99%?
Me pregunto en qué medidas y de qué maneras a mí, como artista, me sirvió contarme esa historia: mi padre solo valoró mi trabajo cuando lo pasaron en la tele. ¿Qué identidad de artista me ayudó a construir ese relato?
Converso con mi madre, le pregunto si recuerda aquella vuelta por el Canal 7. Me dice: claro, fue toda una experiencia. ¿Te acordás que cuando a Gasalla no le gustaba algo, decía: “a grabar de nuevo”? Le respondo: de algún lado saqué mi exigencia de director.
Una exigencia gasallesca!
Gracias, Antonio!
Compro la última novela de Susan Sontag, que trata sobre una actriz polaca del siglo XIX que migra a los Estados Unidos y hace teatro. Cuando voy a buscar el libro, me cruzo con esto:
Después de sacar la foto, me quedo pensando en la superposición de los dos adverbios de lugar, “cerca” y “ahí”. La idea de cercanía me lleva a pensar en un aquí, pero, a la vez que está aquí, Rosario está ahí. Encuentro en la redacción de la frase una paradoja espacial que me conmueve y me lleva a pensar que el arte, como la muerte, nos propulsa a la experiencia de esa paradoja.
El artista superpone un allí con un aquí, nos permite morir al aquí de las cosas y experimentar la otredad sin perder las amarras con la Tierra. En el taller de Carver hablábamos de esa capacidad, tan carveriana, de conectarnos con la otredad (mística) sin perder las amarras en lo concreto. Los momentos más hermosos de la literatura de Carver son epifanías trascendentales, podríamos decir mágicas, pero que mantienen su ligazón incuestionable con la realidad más concreta de las cosas cotidianas. Los personajes, y tal vez los lectores, acceden a Lo Otro, pero sin dejar de estar muy aquí. Los caballos que aparecen en la niebla densa producen en Nancy una conmoción casi religiosa, pero los caballos no dejan de ser unos caballos que escaparon de su granja. En ningún momento, lo extraño pierde tierra. Los caballos no levitan, las babosas no son monstruos de fantasía. Lo extraño, en Carver, está en el modo en que los personajes fijan su mirada en lo que sea que les llama la atención. El sabor de la manzana, decía Borges, está en el paladar.
A la vuelta, ya con Sontag en la mano, tomé esta foto:
Seguí caminando y pensé en los artistas que están viajando por ahí: Gasalla, Bléfari, Sontag, y tantos tantos otros. Algunas entregas atrás, cuando murió David Lynch, hablé de esta sensación extraña que experimento cuando muere un artista. ¿De qué se trata?
Estreno de “La oso”

Para quien esté por Buenos Aires, estamos estrenando este unipersonal que estoy co-dirigiendo.
Es un unipersonal basado en la experiencia de la autora y de su hermana Sandra, una joven de 18 años asesinada en 1995 en un femicidio íntimo.
Monte Chingolo, barrio marginal del conurbano bonaerense. Un ciclista alcohólico, un hippie y un colectivero que mato a su esposa atraviesan la vida de una joven madre y sus hijas. Las drogas se consiguen en la farmacia y la jeringa se comparte. Una tarde un caballo aparece pastando en el fondo de la casa.
Cumpleaños de 15, vestidos estrenados en una comisaria, ranas a la sartén. La noche antes de la muerte de Sandra, su madre presiente el peligro. 30 años después, su hermana intenta reconstruir la historia. ¿Quién era su hermana? ¿Quién es ella entonces?
Se estrena el 5 de abril
Las recomendaciones del Espectador Inquieto

Paul Kircher en “Winter boy”
Winter boy (Le lyceen, 2022, Christophe Honoré)
La película me sorprendió por la actuación y por lo impredecible del devenir narrativo.
Me pregunto si se trata de una cualidad propia del proceso del duelo: la desorganización que nos provoca la pérdida nos guía por un derrotero impredecible. Pienso en "Maridos" de Cassavetes, esa deriva hiriente y chistosa.
La actuación de Paul Kircher me resultó deslumbrante. Inteligente y ambigua. Es difícil hablar de la actuación. Tal vez es la parte más difícil de analizar en una película. La historia, los efectos de sonido, los ángulos de la luz, pienso que son más fáciles de desmenuzar. Pero la sutileza/complejidad que manejan las buenas actuaciones, ¿cómo se nombra?
El despliegue del actor es conmovedor no solo por lo que narra (el adolescente en duelo, sus deseos, su sensación de pérdida existencial) sino por ese "cómo" minúsculo que varía con cada micro-gesto. Una risa que puede leerse infantil y adulta a la vez. Ternura y crueldad. Un proceso de transición articulado en lo desarticulado de un cuerpo despierto. Un comediante tomándose en serio su trabajo de ser salvaje. Qué hermoso ver actuaciones maravillosas en gente tan joven!
Juliette Binoche, también deslumbrante.

Antonio Gasalla y Graciela Borges en “Dos hermanos”
Dos hermanos (2010, Daniel Burman)
La película tiene algo exasperante, pero verlo actuar a Gasalla es precioso. Su cuerpo está muy vivo, cada gesto vibra.
*
Para ver el archivo con los links a las películas recomendadas, CLICK AQUÍ
Talleres cuatrimestrales
A PRINCIPIOS de ABRIL comienzan mis 3 propuestas cuatrimestrales:
Todo es materia prima (laboratorio de artistas)
El espectador inquieto (cine y filosofía)
Mapas imposibles (taller de lectura y escritura narrativa)
¿Qué pasa cuando nos interesamos
por lo que nos pasa?
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Hasta el viernes próximo!
Gracias!!!
Jada



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